Y hoy domingo por la tarde se me ha ocurrido inaugurar la sección #batallitas; que como ya dije son cosas que van pasando en esta vida que no se porque pero hay gente que le resultan graciosas especialmente porque no le pasan a ellos.

Así qué hoy voy a contar como fue mi primer viaje en avión allá por Noviembre del año 1.999; pero antes de nada para poneros en situación decir que no me gano la vida como bloggero, cosa obvia viendo la grandes marcas que patrocinan este blog, si no que por mi trabajo, me paso la vida subido en aviones y es fácil que te pasen cosas interesantes, pero siempre recuerdo con cariño la primera vez que subí en avión, así que ahí voy.

En Noviembre de 1.999 cuando había mucha gente preocupada por el fin del Mundo, que si las máquinas iban a coger el poder, cuanto daño hizo Terminator 2 en esa generación, yo currraba de camarero en un hotel de La Manga del Mar Menor, teniendo en cuenta que nací en el primer año de libertad, pues echar cuentas, no es difícil calcular mi edad, y salió la oportunidad de ir a hacer un curso de inglés a Edimburgo, Escocia, y me seleccionaron junto a otra compañera, por aquel entonces mi novia y hoy en día la única que me aguanta, y el curso consistía en pasar unos meses en Edimburgo haciendo un curso de inglés y de paso hacer prácticas para aprender el idioma. Había dos opciones ir a casa de alguien o a una residencia, yo cogí residencia; joder como me enrollo, bueno, a lo que iba; el vuelo era sencillo, Madrid - Amsterdam - Edimburgo; y junto a mi y a mi socia iban otros compañeros ya que el viaje lo pagaba la Región de Murcia o algo así, no estoy completamente seguro. La cuestión es que nos juntamos todos en Madrid, allí nos dieron los billetes, ahora se les dice boardings para los dos vuelos. El primer vuelo fue bastante rápido y se me paso tranquilo, al llegar a Amsterdam, teníamos bastantes horas libres, no recuerdo cuantas pero se que tuvimos tiempo de conocer perfectamente el aeropuerto. Mi compañera me dio a mi los billetes en Amsterdam para nuestro último vuelo para que yo los guardara, ya sabéis, "eres el hombre y tu eres el encargado de estas cosas" esa fue la primera y última vez que yo me encargué, desde ese día siempre que viajamos ella se encarga de guardar la documentación, por Diox han pasado más de 10 años yo creo que nos podríamos olvidar de lo sucedido??? Pero no, ella sigue erre que erre, que no soy capaz de ocuparme de esas cosas. Os voy a contar lo sucedido para que vosotros mismos juzguéis sí tiene razón o no.

Bien, como tuvimos mucho tiempo, claro yo llevaba mi abrigo en la mano y los billetes en el bolsillo, pero como no me fiaba de que allí estuvieran sobre seguro, decidí mantenerlos en todo momento en mi mano, y 10 minutos antes de que saliera el vuelo tuve la fantástica idea de ir al servicio para así poder descansar en el vuelo, así que le dije a mis compañeros un: "ahora vuelvo, guardarme sitio en la fila" ellos me decían: "pero a donde vas si subimos?" Y yo: "un segundo y vuelvo, un pis rápido" maldita la hora en que pensé que sería rápido.

Llegué al servicio, estaba bastante cerca, y claro con los billetes en la mano y el abrigo, pues que me resultaba muy difícil, así que decidí ponerme el abrigo para hacer "un pis" rápido. Nada más terminar me lavé las manos y me fui derecho a la fila, allí estaban el resto del grupo entre 15 y 20 personas, todos con muchas ganas de subir y de llegar a Escocia, me puse en la fila y cuando llegamos en un perfecto holandés la azafata me pidió los billetes, eche manó al bolsillo y los billetes no estaban, ahí fue cuando me dije :"que cojones has hecho con los billetes?" Montse me miraba diciéndome, venga déjate de cachondeo y saca los billetes, pero yo no estaba de cachondeo, no hacia más que mirar en todos los bolsillos pero allí no estaban los billetes, así que salí corriendo al servicio a ver si estaban allí los billetes pero allí no había nada, mientras Montse intentaba explicar a la amable azafata que teníamos los billetes generales pero no los boardings de ese vuelo, que nuestros nombres estaban en la lista y nuestras maletas dentro del avión, pero nada, que sin los billetes no subíamos, así que sin planearlo, nuestros compañeros dentro del avión y nosotros fuera, y a los pocos minutos el avión se iba.

No se me olvidará nunca la mirada de Montse cuando veíamos como se iba el avión. Seguidamente ella se fue a hablar con la compañía para ver como lo solucionábamos, no olvidéis que en esa época solo unos pocos afortunados disponía de móvil para hacer llamadas al extranjero, y nosotros no éramos de esos afortunados, así que ahí ella que si dominaba el inglés consiguió que nos dieran otros billetes en el siguiente vuelo, que era a última hora de la noche.

Durante esas largas horas de espera no me dijo nada, ni una bronca pequeña ni nada, si fuera ahora los gritos se escucharían hasta en Escocia, jejeje... Finalmente conseguimos llegar a Edimburgo, muuuuuuuucho más tarde que el resto de nuestros compañeros, por lo que ya no teníamos el transporte y obviamente tampoco nuestras maletas, así que en mitad de la noche, cuando llegamos a la residencia donde dormíamos estaban nuestros compañeros, que fueron muy amables dejándonos algo de ropa para dormir esa noche y ropa para el día siguiente. Aunque sobre las 05:00 am llegaron nuestras maletas.

Al día siguiente cuando salíamos dirección al colegio donde íbamos a hacer el curso intensivo de inglés, me puse el abrigo, no me lo había puesto desde que estuve rebuscando por todos lados los billetes de avión, y al meter mi brazo derecho por la manga note unos papeles dentro de la manga del abrigo, los saque y allí estaban las tarjetas de embarque del vuelo que deberíamos haber cogido; obviamente no dije nada, los saque y los destruí para que no quedara ninguna prueba de que cuando había ido al servicio, por no perder los billetes no quería soltarlos de la mano, así que metí la mano con los billetes por la manga del abrigo, y al final de la manga se ve que abrí la mano y se quedaron los billetes dentro de la manga.

A día de hoy, nunca antes he contado como perdí las tarjetas de embarque todo el mundo piensa que quizás me los olvidé en el servicio o que los perdí en el recorrido, pero yo estaba completamente seguro de que no los había perdido, y así fue, efectivamente no los había perdidos estaban todo el rato en mi abrigo, si me hubiera puesto el abrigo para subir al avión los hubiera encontrado pero...

Así qué hoy más de 10 años después estoy preparado para asumir que fue una cagada mía, pero no, no los perdí los tenía siempre conmigo.

Salud y sed malos, pero que no os pillen.

Unas fotos de aquel viaje os pongo, aunque la calidad no es muy buena.